sábado, 13 de octubre de 2012

Tema Agresión

                                                                               Janet Nohemí Mdez. Hdez
ü Tema 2: Agresión
ü Nombre de la actividad: ¨La tortuga¨
ü Campo formativo: Desarrollo personal y social.
ü  Competencia:  Actúa gradualmente con mayor confianza y control de acuerdo con criterios, reglas y convenciones externas que regulan su conducta en los diferentes ámbitos en que participa
ü Aspecto: Relaciones interpersonales.
ü Aprendizaje esperado: Controla gradualmente conductas impulsivas que afectan a los demás y evita agredir verbal o físicamente a sus compañeras o compañeros y a otras personas.
ü Rango de edad: 5 años
ü Materiales: Imágenes grandes que represente lo que se va narrando.
ü Organización: Grupal
ü Tiempo: 30 minutos
ü Espacio: Salón de clases
ü Desarrollo de la actividad.
Organizaré a los niños en medio círculo  a modo de que todos me puedan ver, les contaré que cuando venia para el jardín vi a un niño que iba con su compañero para la escuela y su compañero se tropezó y empujo a su amigo, entonces la reacción de él fue pegarle, yo me sorprendí mucho al ver eso.  Les preguntaré ¿Creen que estuvo bien lo que hizo el niño? ¿Por qué? , ¿Ustedes que hacen cuando los empujan o les pegan sin querer? o han estado en alguna otra situación, dejándolos expresen sus puntos de vista y que es lo que hacen ellos. Les pediré se pongan en una posición cómoda por que les contaré un cuento y tomaremos los acuerdos para escuchar el cuento.
En la posición que se encuentren los niños comenzaré a narrar el cuento, conforme lo narre iré mostrando las imágenes para que los niños vallan observando lo que hacia la tortuga. Al terminar de contar el cuento les preguntaré ¿Cómo era la tortuga?, ¿Cómo se comportaba con los demás? ¿Piensan que su comportamiento era correcto?, ¿Qué le dijo la vieja tortuga?, ¿Creen que todos lo podamos hacer?, dejándolos reflexionar sobre la conducta de la tortuga y de ellos mismos.
Para finalizar les pediré se pongan de pie y formemos un círculo, les enseñaré como nosotros también nos podemos esconder como si fuera nuestro caparazón, vamos a cruzar nuestros brazos los pondremos a la altura de nuestro cuello y nuestra cabeza la bajaremos  a modo de que entre en el hueco que se hace al cruzar nuestros brazos y eso haremos cuando nos enojemos, nos queramos desquitar con otra persona, etc. Y preguntaré como nos escondemos en nuestro caparazón (lo harán ellos) y para que nos sirve, cuando lleguen a casa también se lo enseñan a sus papás. 


Cuento: ¨ La tortuga¨
“Antiguamente había una hermosa y joven tortuga, tenía 4 años y acababa de empezar el colegio. Su nombre era Pequeña Tortuga. A ella no le gustaba mucho ir al cole, prefería estar en casa con su hermano menor y con su madre. No le gustaba aprender cosas en el colegio, ella quería correr, jugar, era demasiado difícil y pesado hacer las fichas y copiar de la pizarra, o participar en algunas de las actividades. No le gustaba escuchar al profesor, era mucho más divertido hacer ruidos de motores de coches que algunas de las cosas que el profesor contaba, y nunca recordaba que no los tenía que hacer. A ella lo que le gustaba era ir enredando con los demás niños, meterse con ellos, gastar bromas. Así que el colegio para ella era un poco duro.
Cada día en el camino hacia el colegio se decía a sí misma que lo haría lo mejor posible para no meterse en líos. Pero a pesar de esto, era fácil que algo o alguien la descontrolara, y al final siempre acababa enfadada, o se peleaba o le castigaban. “Siempre metida en líos” pensaba “como esto siga así voy a odiar el colegio y a todos” y la Tortuga la pasaba muy pero que muy mal. Un día de los que peor se sentía, encontró a la más grande y vieja tortuga que ella hubiera podido imaginar. Era una vieja tortuga que tenía más de trescientos años y era tan grande como una montaña. La Pequeña Tortuga le hablaba con una vocecita tímida porque estaba algo asustada de la enorme tortuga. Pero la vieja tortuga era tan amable como grande y estaba muy dispuesta a ayudarla “¡Oye! ¡Aquí!” dijo con su potente voz, “Te contaré un secreto ¿Tú no te das cuenta que la solución a todos tus problemas la llevas encima de ti?” La Pequeña Tortuga no sabía de lo que estaba hablando “¡tu caparazón” ¡tu caparazón!” le gritaba “¿para qué tienes tu concha? Tú te puedes esconder en tu concha siempre que tengas sentimientos de rabia, de ira, siempre que tengas ganas de romper cosas, de gritar, de pegar... Cuando estés en tu concha puedes descansar un momento, hasta que no te sientas tan enfadada. Así la próxima vez que te enfades, ¡métete en tu concha! A la Pequeña Tortuga le gustó la idea y estaba muy contenta de intentar este nuevo secreto en la escuela.
Al día siguiente lo puso en práctica. De repente un niño que estaba delante de ella accidentalmente le dio un golpe en la espalda. Empezó a sentirse enfadada y estuvo a punto de perder sus nervios y devolverle el golpe, cuando de pronto recordó lo que la vieja tortuga le había dicho. Se sujetó los brazos, las piernas y cabeza, tan rápido como un rayo, y se mantuvo quieta hasta que se le pasó el enfado. Le gustó mucho lo bien que estaba en su concha donde nadie le podía molestar. Cuando salió, se sorprendió de encontrarse a su profesora sonriéndole, contenta y orgullosa de ella. Continuó usando su secreto el resto del año. Lo utilizaba siempre que algo o alguien le molestaban, y también cuando ella quería pegar o discutir con alguien. Cuando logró actuar de esta forma tan diferente, se sintió muy contenta en clase, todo el mundo la admiraba y quería saber cuál era su mágico secreto”

No hay comentarios:

Publicar un comentario